Tiene forma de ondas, como las olas del mar, que suben y que bajan. Sube y baja como la frecuencia de nuestro corazón, que denota que estamos vivos. Es como los resortes que soportan nuestras caídas y aguantan nuestros sueños. Como la colita de los chanchos o la viruta que está en los talleres.
Tienen la misma forma de como se mueve nuestro sistema planetario a través del universo, helicoidalmente.
Así son los rulos. Rebeldes por la mañana contra el peine, pero se ponen mansos con el acondicionador. Campeones enredándose con todo, incluso con nuestros pensamientos.
Que viva la gente con rulos, porque somos pocos y afortunados :3