Desde pequeños nos acostumbraron que equivocarnos estaba mal. Nos miraban feo, a nadie le gusta jalar un examen. Nos hace sentir menos.
Equivocarse es sinónimo de que lo intentamos, de que queda espacio para poder hacer mejor las cosas, que podemos aprender más, que somos humanos.
Lo que no nos damos cuenta que es mejor equivocarnos temprano, ya que con eso salen los errores a la luz y podemos hacer algo, si es que no es muy tarde, para poder remediar lo que hicimos.
Dejemos de ver el equivocarnos algo malo, somos humanos y no jugamos a la perfección, el error es parte de nuestra naturaleza. Cometamos errores temprano, descubramos la solución y seamos mejores personas.
Anímate a cagarla y a meter el dedo al enchufe. Dolerá, pero sin dolor no te haces feliz.