Como bien dicen “hay cosas que el dinero no puede comprar”, una de ellas, y la más valiosa para mí, es el tiempo.
Tenemos una cantidad limitada de tiempo durante el día, nunca variará. Hay días que tenemos un montón de trabajo y sentimos que nos falta, otros, cuando no hacemos nada, sentimos que pasan muy pero muy lento.
El tiempo que le das a una persona, evento o actividad es algo que debería ser considerado un tesoro. Ahora peor en pandemia, la gente solo puede salir hasta cierta hora y aun así buscan la manera de “tener tiempo”, ya sea para verse con una persona en especial, con sus amigos y/o para realizar una actividad.
La gente se ha acostumbrado a decir “no tengo tiempo”, y… es cierto esto? Pues sí, en varios casos es cierto que la gente no dispone de tanta “libertad”, pero en otros casos es un tema de organización. Hay quienes dicen “existen tiempo para todo, si es que de verdad lo quieres”, permítanme discrepar con esto. A veces, como alguien me dijo “se quiere, pero no se puede”, el tiempo es una limitante increíble, que cuando abunda la ignoramos y atesoramos cuando escasea. Por otro lado, si la persona no se organiza, pues tampoco es como que la mejor excusa decir que no tiene tiempo. Habrá algún momento en la agenda que podrían coincidir y que habrá respetar, siempre y cuando no salga algo fortuito, porque la vida está llena de sorpresas.
En fin, aprecien el tiempo de las personas, así alguien te acompañe por unos 5 minutos, agradezcan. Lleven una agenda, para que tengan sus planes fijos. Por ejemplo, martes y jueves toca bici de 6 a 9pm, domingos cleta en la mañana y de familia.
Tiempo al tiempo.