Hace poco estuve conversando sobre el tema de las “personas tóxicas”, lo coloco entre comillas porque no considero que alguien sea “tóxico” todo el tiempo, sino que hay momentos o actitudes que activan este comportamiento.
De seguro han escuchado el dicho “hay un roto para cada descocido” que, básicamente, lo que indica es que para cada tipo de persona hay alguien con el mismo perfil. Es aquí desde donde va a partir mi teoría, que para mejor entendimiento la explicaré a base de ejemplos.
Digamos que soy un celoso hasta el mango y estoy con una pareja que le gusta salir y divertirse con sus amigas. Como soy un inseguro, me enojo, le armo escándalos, le digo que me engaña y todo el tema que hacen los celosos. Esto viene a ser una relación tóxico, claro, yo también lo soy en los momentos de celos. Ahora, qué pasaría si estuviera con una persona que, por algún tema que no explicaremos, le gusta ser “pisada”, osea que se ande reportando a cada rato, que no quiera salir con sus amistades porque me pongo paranoico, etc. Esto no me parece normal, pero esa pareja, funcionaría “bien”, verdad?, a diferencia de la primera persona del ejemplo, con la cual la relación se iría a la basura y con justa razón.
Otro ejemplo. Una mujer tiene su pareja que es media irresponsable, que tiene que ayudarle con casi todo, como si fuese una madre. Ella “feliz” de hacer eso, porque le gusta ser tipo “mamá gallina”, y la otra persona más feliz porque la engríen. Ahora, si estuviera con alguien que se hace todas sus cosas, apoya y demás, capaz la mujer no se sentirá conforme, porque ella disfruta hacer esas cosas de mamá gallina.
Al fin y al cabo, si una pareja se respeta y es feliz como son, pues bien por ellos. No digo que compartamos ciertas actitudes o comportamientos, pero no es nuestro tema, es su vida y ya pueden decidir lo que desean (o eso esperamos).
Por lo expuesto arriba, me parece que más que las personas, las relaciones son tóxicas. Ojo, relaciones amicales, familiares o de pareja. La persona que es tóxica con alguien, no necesariamente lo es con otros.
Para terminar, como dije “para cada roto hay un descocido”.