Una conversación rara, que ni idea de cómo inició, estábamos los primos, casi la mitad de los que somos, conversando y tomando. Como era de esperarse, los más jóvenes o los que aún no trabajan, no pusieron para el trago, pero igual se unieron a la conversa.
Comenzamos hablar de gastos, de ingresos, de qué buscar, etc etc, y por alguna razón comentamos de todo lo que tenemos. A lo cual les comenté que en verdad somos privilegiados, no por nosotros mismos, sino por los padres que tenemos. Debo de aclarar que solo tengo primos por parte de papá, y que netamente este post es sobre ese lado, ya que es denominador común que tenemos (apellido).
Son 4 hermanos, 2 hombres y 2 mujeres, todos de Juliaca. Hijos de una profesora y… mi abuelo, que si bien tuvo varios trabajos no tuvo profesión per se.
Una vez mi papá nos hizo visitar su casa, la casa donde creció, y en verdad es un cambio radical a lo que tiene. Mi padre, nunca se avergüenza de lo que cuenta, y no tendría por qué, pero pasaron una infancia bastante humilde, tampoco es que haya sido pobreza extrema, pero no hubo lujos.
Tenemos mucho que agradecerle, más que a nuestros padres, a nuestra abuela, la principal impulsora de la educación de ellos, además que invirtió en una casa para ellos, mandó a sus 2 hijos mayores a Arequipa siendo unos casi niños para que estudien la secundaria y se aseguró que estudien en la universidad.
La gente piensa que tener privilegios es tener mucho dinero o similar, pero no es así, desde el momento que tienes educación, o si vamos mucho antes, desde el momento de que naces, ya eres privilegiado a comparación de muchas otras personas. Hay personas que no pueden tener hijos, otros que en la vida tienen educación. Nosotros tenemos mucho que agradecer a nuestra abuela, porque ayudó a que ese privilegio sea mayor. No me malinterpreten, ser privilegiado no es culpa de uno, uno nace y a veces tiene la suerte de que le toquen sus padres, como en el caso de los primos. No es que haya sido fácil, hubo épocas de vacas flacas, pero poco a poco se fueron superando y realmente me da gusto ver que nuestra familia ha progresado, podemos hablar con los primos de planes de vida, ya unos tienen hijos, otro en dulce espera.
Somos una familia de privilegiados, que no han tenido que pisotear a nadie para surgir, y esa es la mejor manera, podemos tener la conciencia tranquila. Le doy gracias a la vida por tener lo que tengo y por darme los padres y la familia que me tocó.